Tanto en el mundo Boca como en el del Fluminense lo único que ronda en su cabeza es la gran final de la Copa Libertadores que se llevará a cabo el próximo 4 de noviembre en el Estadio Maracaná en Río de Janeiro.
Con entradas totalmente agotadas, para la cita máxima para definir el nuevo campeón de América restan 12 días y la agenda para Fluminense aparece un tanto más cargada que la de Boca que llegaría con mayor descanso.
Al equipo brasileño, que viene de ganar tan solo uno de los últimos seis partidos que disputó, le tocará jugar tres partidos antes de la final del 4 de noviembre. El miércoles 25 de octubre recibe a Goias por la fecha 29 del Brasileirao, certamen del cuál marcha noveno con 42 puntos.
Seguido de ese compromiso, el sábado 28 de octubre visita a Atlético Mineiro y para aumentar un mayor desgaste, también hará de visitante ante Bahía el martes 31 para luego pensar de lleno en el duelo con Boca.
Por su parte, el equipo dirigido por Jorge Almirón llegará con piernas más frescas a la final ante el Flu. Serán dos partidos que deberá afrontar el Xeneize, ambos por Copa de la Liga Profesional.
El primero de ellos será mañana, desde las 19:00, ante Racing en el Cilindro de Avellaneda y luego el sábado 28 recibe en la Bombonera a Estudiantes (LP) por la fecha once del torneo local que, hasta el momento, tiene al equipo de La Ribera fuera de los primeros cuatro que avanzan a la siguiente ronda.
De esta manera, el equipo argentino llegará con siete días de descanso y preparación para la final de la Copa Libertadores, mientras que el conjunto brasileño dispondrá de apenas cuatro días.
JP
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