Una insólita situación se vivió en el partido entre Fuenlabrada y Girona, en la Segunda División del fútbol de España: Cristóbal Márquez fue expulsado, pero el árbitro cometió un error, el jugador volvió a ingresar y después vio nuevamente la tarjeta roja. Dos veces en cuatro minutos.
El árbitro estaba a escasos metros de la jugada tras la cual decidió expulsar de manera directa al mediocampista de Fuenlabrada por una situación peligrosa en la que, a primera vista, agredió con su pie a un rival a la altura del hombro. Sin embargo, el haber estado tan cerca no se vio reflejado en su decisión y por ello fue alertado por sus colegas del VAR.
Luego de revisar varias veces la jugada en la cabina del sistema de videoarbitraje a un costado del campo de juego, el árbitro retrotrajo su decisión, por lo que tuvieron que ir a buscar a Márquez al vestuario, quien para suerte de su equipo aún no se estaba duchando. Cuando reingresó a la cancha, se le retiró la roja y fue sancionado con una amarilla.
Mientras corrió para tomar nuevamente su posición dentro del esquema, Cristóbal hizo gestos provocativos a un rival al que, por su movimiento con la mano derecha, le pidió que no hablara más. Luego se enfrentó cara a cara con el capitán del Girona y a raíz de ello ambos fueron amonestados.
Márquez tenia la amarilla recibida segundos antes y por eso su regreso desde el vestuario no sirvió para nada porque esa vez si fue legítima la expulsión.
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