jueves 28 de marzo del 2024

Selección | Un puesto que quema las manos

La lesión de Romero movió la estantería en el arco de la Selección, que irá con el trinomio menos experimentado de la historia. Opinan Goycochea y Pumpido.

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En octubre del año pasado, cuando la Selección consiguió la angustiosa clasificación al Mundial contra Ecuador en Quito, nadie se imaginaba a Wilfredo Caballero o Franco Armani entre los arqueros que atajarían en Rusia. Nadie: ni hinchas, ni periodistas, ni el propio cuerpo técnico, que en ese momento consideraba por encima de ellos a Agustín Marchesín y Mariano Andújar, además de Nahuel Guzmán. El arco argentino estaba custodiado por Sergio Romero, un hombre tan cuestionado como consolidado: el titular en Sudáfrica 2010 y Brasil 2014, el que atajó penales en las semifinales contra Holanda, el arquero con más presencias en la Selección –con 94 partidos había dejado atrás al Pato Fillol, con 58–, el que convenció a seis técnicos pero el que, sin embargo, se había acostumbrado “a que se lo discuta”, como él mismo reconoció la semana pasada, unos días antes de su lesión, de las declaraciones de su pareja Eliana Guercio y del sinfín de especulaciones que se tejieron.

Lo cierto es que ahora, a 18 días del Mundial, el escenario cambió por completo: Romero quedó desafectado, Guzmán volvió a la lista de la que había salido, y el entrenador se encontró con la difícil misión de consolidar contrarreloj a un arquero titular, con todo lo que eso implica. Si cierto lugar común futbolero dice que el arco de algunos clubes parece más grande, el de la Selección siempre tuvo –siempre tiene– dimensiones desconocidas.

Pasado y presente. La historia reciente, encima, no ayuda: entre Guzmán (seis), Caballero (dos) y Armani (cero) suman apenas ocho partidos oficiales. Con los amistosos contra Haití e Israel, llegarán a diez. Será el trinomio argentino con menos experiencia en las copas del mundo. Un dato que magnifica la estadía de Romero en el arco. Fue, durante mucho tiempo, un rey maldito. Un arquero que le había dado cierta previsibilidad al arco argentino, después de casi tres décadas de intermitencias: desde Nery Pumpido –lesionado en Italia 1990– que la Selección no repetía a su “1” en mundiales consecutivos. Desde ahí, con la aparición mágica e inolvidable de Goycochea, siguieron Luis Islas (Estados Unidos 1994), Carlos Roa (Francia 1998), Pablo Cavallero (Corea-Japón 2002) y Roberto Abbondanzieri (Alemania 2006). Algunos, como Roberto Bonano, Nacho González, el Mono Burgos o Leo Franco, desperdiciaron oportunidades valiosas. En Rusia 2018, otra vez aparecerá un nombre distinto al del anterior Mundial.

Todo indica que la titularidad se dirimirá entre Caballero y Armani, que podría debutar con el equipo nacional en Rusia. Sampaoli sabe que deberá probar sobre la marcha. Y que aunque suene insólito, los amistosos contra haitianos e israelíes serán decisivos.

Al menos hasta aquí, Caballero tiene una leve ventaja: el entrenador ya lo probó contra Italia (y luego entró contra España), y además le gusta su juego con los pies, algo importante para los equipos de Sampaoli, que intentan construir desde la zona defensiva. Armani, por su parte, tiene el viento a favor de su presente en River. “El fútbol argentino es una gran vidriera. Fue una decisión acertada venir”, dijo ayer en conferencia de prensa. Ahora tendrá que escalar para llegar al sueño de ser titular. Sabe que el arco, lejos de tener un dueño, está vacante, esperando un hombre que lo habite y lo defienda.

Todos con las mismas chances | Por Sergio Goycochea

Mi caso fue contrario al de Chiquito Romero, porque yo fui al Mundial de Italia 1990 como arquero suplente, y la lesión de Nery (Pumpido) en el partido ante la Unión Soviética me convirtió en el arquero titular por el resto de la Copa, en la que fuimos subcampeones.

Cada grupo es particular, por eso hay que ver cómo van a recibir este fuerte impacto el resto de los jugadores. Lo fundamental en estos casos es tratar de dar vuelta la página lo más rápido posible porque estamos hablando de un referente con una experiencia nada menos que de nueve años en el arco de la Selección. Para sus compañeros va a ser muy difícil digerir este duro golpe, que no les permitirá contar con uno de los principales referentes del grupo. Igualmente, a la hora de hablar de quién será su reemplazante, todos cuentan con las mismas posibilidades porque el mayor punto a favor que tenía Romero era precisamente la experiencia. En el caso de Armani, no tiene partidos en la Selección, mientras que Caballero tiene dos. Guzmán también tiene unos pocos minutos en cancha.

La decisión la va a tener que tomar Sampaoli en estos veinte días en los que trabajará con el equipo. A veces, en el día a día es cuando se sacan las mejores evaluaciones. Y son las que terminan torciendo la historia. Sampaoli está capacitado para tomar esa decisión que, al igual que pasa con los otros puestos, no es una tarea para nada sencilla, porque elija a quien elija siempre van a surgir críticas de uno u otro lado.

(*) Arquero de la Selección en los mundiales de Italia 1990 y Estados Unidos 1994.

Una noticia inesperada | Por Nery Pumpido

La verdad es que la lesión de Romero en esta instancia es una noticia bastante inesperada. Seguramente cayó muy mal en el grupo, pero peor en Romero, porque este iba a ser su tercer Mundial, que es lo más lindo que le puede pasar a cualquier jugador. Ahora es donde el técnico tiene que hablar con el grupo para que se fortalezca y vaya en busca del título.

Yo entiendo a la perfección el duro momento que está viviendo Romero porque a mí me pasó algo muy parecido en el Mundial de Italia 90, cuando me lesioné y Goyco me reemplazó. Por eso, sigo sin entender por qué a Romero se lo cuestionó tanto porque era suplente en su club, cuando en los últimos ocho años tuvo un rendimiento muy parejo en la Selección. En el 78 salimos campeones con un jugador libre, que no jugaba en los clubes, como el Conejo Tarantini.

Es difícil decir quién debe o tiene que reemplazarlo, porque tanto Caballero como Armani y Guzmán son tres excelentes arqueros. Aunque yo creo que la puja va a estar entre Armani y Caballero. Tal vez, por lo que se comenta, el técnico tiene un gustito más por Caballero, que cuenta con una leve ventaja. Pero cualquiera de los dos al que le toque ser titular lo va a hacer muy bien porque los dos son muy buenos arqueros. Ahora van a jugar un partido cada uno, creo, y después será el técnico el que tendrá que decidirse por uno u otro. Más allá de quién sea el reemplazante de Romero, lo importante es que todos los argentinos apoyemos a los 23 jugadores que elija Sampaoli porque serán los que nos van a representar y van a dejar todo para traernos otra Copa del Mundo.

(*)  Arquero de la Selección en México 1986 e Italia 1990.