viernes 29 de marzo del 2024
Fútbol y política

Macri-Infantino, la historia de una amistad

Desde que el ex presidente lo invitó al G20 en Buenos Aires, el máximo dirigente de la FIFA lo ubicó en un lugar de privilegio. El premio entregado en Zurich fue la primera pista. En Qatar empezaron a delinear el nombramiento que se anunció esta semana.

La relación se consolidó en el G20. Se sabe: Mauricio Macri invitó personalmente a Gianni Infantino a la cumbre que se hizo en Buenos Aires el 30 de noviembre y el 1 de diciembre de 2018 y con eso conquistó al italo-suizo, quien sintió, quizás sin nombrarlo y sin saberlo, lo que decía Julio Grondona para graficar el poder que tiene la FIFA: el viejo patriarca de Sarandí se ufanaba no por ser el vicepresidente de ese organismo, sino por ser el “vicepresidente del mundo”.

Infantino caminaba por los pasillos del predio de Parque Norte con ese estatus: como uno de los tantos líderes mundiales que había llegado al país. La simpatía con Macri quedó explicitada en su discurso, aunque en ese tiempo al periodismo argentino solo le interesaba lo que tenía para decir de la final de la Copa Libertadores entre River y Boca que se había mudado a España. “Estoy muy agradecido al presidente Macri por haberme dado la oportunidad de hablarle a los líderes del G20 en nombre del mundo del fútbol y de la nueva FIFA”, enfatizó antes de las preguntas por la Superfinal de Madrid y sus derivaciones. Ahí, en ese discurso de menos de cinco minutos, hoy puede encontrarse el origen de la relación que derivó en el nombramiento, esta semana, de Macri como presidente de la Fundación FIFA.

Casi nadie lo sabía, pero en esos días, Macri e Infantino sembraron una amistad que luego tuvo, en dos momentos de 2019, su homologación. La primera y más importante sucedió en junio, cuando Infantino invitó a Macri para entregarle el premio Living Football Award, la primera edición de un reconocimiento que la FIFA entrega a “personalidades destacadas del mundo por las acciones que han liderado para el desarrollo del fútbol”. En esos días suizos, mientras en Argentina se viralizaba un escrache que le hizo un grupo de argentinos en la entrada del predio de Zurich, Macri afianzó su relación con el presidente de la FIFA. Uno de los enlaces permanentes era el presidente de la Conmebol, Alejandro Domínguez, amigo desde hace tiempo de Macri. “Actuó siempre como puente. Fue muy importante para sellar esos encuentros”, dice un dirigente de AFA que tiene diálogo directo con el ex presidente.

Es que si bien el G20 fortaleció vínculos, Macri e Infantino se encontraron varias veces antes, desde que Argentina, Uruguay y luego Paraguay se postularon como co-organizadores del Mundial 2030. Por esa razón, el dirigente italo-suizo viajó varias veces a Buenos Aires, Montevideo y Asunción. Aunque no solo en esas ciudades Macri aprovechó para hablar de la candidatura conjunta: en Davos, en enero de 2018, un año antes del G20 en Argentina, Macri e Infantino tuvieron una entrevista en la que se habló, principalmente, del Mundial 2030. El mandamás de la FIFA siempre se interesó ahí en la carrera de Macri: de dirigente de fútbol a presidente de su país.

La pista qatarí. Después de perder las elecciones presidenciales, uno de los primeros consuelos que recibió Macri provino desde Zurich: Infantino, atento a la realidad política de un país que es clave para la FIFA, lo invitó a ver la final del Mundial de Clubes entre Liverpool y Flamengo en Doha, la capital de Qatar. Sabía a dónde lo estaba invitando: el emir de Qatar, Sheikh Tamim Bin Hamad Al Thani, es uno de los tantos amigos personales que Macri cosechó en sus años de gestión política. De hecho, durante su gestión como presidente, Macri incidió para que Qatar Airlines se convirtiera en el sponsor principal y estuviera en el frente de la camiseta de Boca, la más vendida del país y la segunda más cotizada de la región, detrás de la de Corinthians de Brasil.

Entre jeques y emires, Macri volvió a ver a Infantino y le contó sus planes a futuro. Según un ex funcionario macrista, el nombramiento en la Fundación FIFA empezó a diseñarse en ese viaje relámpago que Macri hizo junto a su familia para ver al Liverpool campeón del mundo. Solo había que dejar pasar unas semanas para anunciarlo. 

(*) Esta nota fue publicada en el Diario PERFIL.