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Con un gol en offside, Tigre logró en el partido que abrió esta noche la 11a. fecha del Clausura una victoria importantísima ante Olimpo por 1-0 que, de momento, le permite salir de la zona de descenso directo, en la que quedan su vencido y un San Martín de San Juan que este sábado necesitará ganarle a Racing en Avellaneda para salir de esa incómoda ubicación.
Además, el equipo de Victoria logró así igualar en la primera colocación a Boca y Newell's, que tienen la posibilidad de pasarlo con sólo empatar en los partidos que jugarán respectivamente este domingo ante Belgrano en Córdoba y el lunes visitando a un Arsenal que, de ganar, también superará a Tigre al igual que Vélez si lo hace este sábado recibiendo a Lanús.
Lo cierto es que Tigre festejó en grande por el gol que consiguió su capitán Martín Galmarini a los 40 minutos, valiéndose de una posición adelantada que no fue advertida ni por el juez de línea Marcelo Aumente ni por el árbitro Patricio Loustau.
En la jugada siguiente fue expulsado el defensor local Mariano Echeverría, por aplicarle un empujón al delantero de los aurinegros Andrés Franzoia tras una discusión entre ambos. Sobre el epílogo, en tanto, los sureños sufrieron la expulsión de Gabriel Díaz por una infracción desde atrás en perjuicio de Carlos Luna.
Durante la mayor parte del primer tiempo el local rebotó una y otra vez contra una replegada formación de Olimpo, que tuvo la primera ocasión propicia a los 20 minutos cuando Maximiliano Laso quedó de cara al gol. El arquero Daniel Islas, a quien el técnico tigrense Arruabarrena incluyó a último momento por un malestar del titular Javier García, frustró el remate y salvó a su valla.
La visita seguía pareciendo más cerca de convertir cuando Galmarini consiguió meterse en el área por la derecha haciendo una pared con Carlos Luna y, tras recibir en offside, definió a la izquierda de Matías Ibáñez para marcar el 1-0.
Para afrontar el segundo episodio Arruabarrena realizó el cambio de Carlos Casteglione (defensor) por Ezequiel Maggiolo (delantero) con la finalidad de equilibrar al equipo tras la salida forzada de Echeverría, un futbolista que para el Matador es clave en el fondo e inclusive en las dos área por su capacidad para el juego aéreo.
En el segundo segmento Tigre se replegó para defender la ventaja, renunciando por un buen lapso casi totalmente a atacar. Si bien el voluntarioso Olimpo lo inquietó con algunos disparos aislados desde fuera del área y un par de chances originadas con pelota parada, el trabajo defensivo de los de Arrubarrena resultó eficaz y supieron disimular inclusive la inferioridad numérica.
Lo de Olimpo una vez más fue muy pobre. En su favor sólo se puede destacar un buen planteo táctico, mucho orden y esfuerzo. Incluso, Tigre pudo haber aumentado la distancia en el tanteador a los 20 minutos, cuando Matías Escobar quedó frente a Ibáñez pero tapó el arquero en gran intervención.
Olimpo estuvo cerca de igualar en el minuto 10, cuando el paraguayo Néstor Bareiro tiró en forma envenenada desde la puerta del área, pero el intentó pasó apenas por arriba del travesaño.
En la jugada que determinó la expulsión de Gabriel Díaz, el árbitro Loustau tuvo la mala suerte de cobrar tan rápido que no se dio cuenta de que, caído Luna por acción del defensor, Escobar quedaba libre para establecer un potencial 2-0. El jugador tigrense mandó la pelota a la red pero el juez, que ya había cortado la acción, no tuvo más remedio que invalidar la conquista.
El triunfo finalmente dejó como consecuencia la enorme satisfacción de los tigrenses y la furia en forma de reclamo masivo de los aurinegros, con Loustau como principal destinatario. En síntesis, fue una noche ideal para Tigre, y muy mala para Olimpo... y para el árbitro.
