Saltó a la fama en la Copa Argentina, atajando cinco penales en un partido ante Argentino de Merlo. Luego, volvió a vestirse de héroe ante Huracán, impidiendo que llegaran a la red otros dos tiros desde los 12 pasos. Y este último domingo, Marcos Fasanella nuevamente dio la nota como arquero de Excursionistas, al convertir un golazo de arco a arco en el 3-3 del Villero ante Fénix.
La más que curiosa situación se produjo a los 25 minutos del segundo tiempo del partido jugado en la histórica cancha de Pampa y Miñones, que estaba 2-2 cuando el arquero tomó la pelota con las manos y, queriendo ubicar a un compañero con un fuerte saque desde el borde del área, no hizo más que meterla ante la desesperación de su colega rival, quien estaba unos metros adelantado.
El viento, la lluvia y un pique traicionero ayudaron también para que el gol se concretara, pero obviamente nada de eso impidió que Fasanella y la gente de Excursio lo festejaran con todo. Un festejo que en el caso del arquero tuvo su lado emotivo: en el Día de la Madre, corrió para dedicarle el gol cara a cara contra el alambrado a su mamá, que estaba en la cancha y emocionada le dio un beso.
"No le quise pegar al arco. Saqué rápido buscando a Amarilla, pero le picó mucho al arquero y se metió. Tuve fortuna", declaró luego del partido, demostrando una sinceridad de la que ya había dado evidencias en su momento tras su primera hazaña en la Copa Argentina, al confesar que no ve fútbol ni le interesa demasiado lo que sucede en torno a este deporte.
Mirá el golazo de Fasanella:
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