jueves 28 de marzo del 2024

El Angel y su pacto con el Diablo

El DT estará hoy frente al equipo del que era hincha cuando era niño y vivía en Bahía Blanca. En su pared colgaba una lámina de Ernesto Grillo.

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El póster de Ernesto Grillo estaba pegado en una pared del living. Más que una lámina, era una tapa de El Gráfico que Angelito había cortado con prolijidad: de muy niño entendió que a los ídolos hay que tratarlos con cariño y respeto. El pibe lo contemplaba con admiración, fascinado con el rojo pintado de la camiseta, y ese prócer que le devolvía la mirada desde la pared fue también el que lo ayudó a soñar con una vida ligada a la pelota. Angel Cappa todavía no había cumplido los diez y en esa casa de Bahía Blanca ya empezaba a construir su futuro. Lo que jamás hubiera imaginado ese flamante hincha de Independiente era que más de cincuenta años después, un domingo como hoy, iba a estar sentado en el banco de River, en pleno Monumental, enfrentando al equipo que le despertó las ilusiones más tempranas.

Angelito era uno de los tantos pibes que en los años ’50 cumplía los dos típicos rituales futboleros que alteraban la tranquilidad bahiense. Uno se repetía cada domingo: la búsqueda ansiosa de los relatos radiales de los partidos que teñían emoción las maravillas que hacían Micheli, Cecconato, Lacasia, Grillo y Cruz a más de seiscientos kilómetros. El otro ocurría los miércoles, cuando El Gráfico llegaba a la ciudad y recién ahí le podía poner caras a los héroes de casaca roja.

Pocos años después Angel Cappa empezó a jugar al fútbol en Villa Mitre y la pasión del pibe tomó los tonos verde, blanco y negro del club bahiense. El rojo de Grillo quedó en el recuerdo de ese viejo póster y en la idea de que en el fútbol también se pueden buscar razones estéticas.

¿De qué cuadro sos? Porqué Angel Cappa llegó a ser hincha del Rojo es un misterio familiar no resuelto. Bernardo, el hijo del entrenador, trata de explicárselo a PERFIL: “Mi padre tenía un tío que un buen día se le ocurrió algo que hoy suena disparatado: hizo a mi papá hincha de Independiente, y a su hermano Jorge, de Racing. Hace muchos años que cada vez que se cruzan se preguntan qué le habrá pasado por la cabeza en ese momento al tío. Pero no encuentran una respuesta coherente”. Tampoco quedan testigos que puedan aportar pistas. Lo único concreto es que esa inexplicable decisión familiar es el principal motivo de la niñez roja de Cappa.

También es cierto que el idilio entre Angelito e Independiente no duró demasiado. Porque ya desde pibe sentía fascinación por los que mejor jugaban. Entonces, como al principio fueron esos cinco delanteros del Rojo que llegaron a integrar la Selección nacional, después aparecieron otros grandes equipos que lo deslumbraron.

Néstor Santanafessa es uno de los mejores amigos de la infancia de Cappa. Ex arquero de Villa Mitre, el hombre compartió su niñez con Angel sobre el césped de la cancha del club bahiense. Pasaron muchos años, pero Santanafessa sigue recordando al amigo ilustre: “Nunca fue un hincha fanático. De chico ya demostraba que le gustaban los equipos que trataban bien a la pelota. Había épocas en las que se deslumbraba con River, otras con Newell's... Y cuando jugaba era igual. Teníamos doce años y cuando terminaban los partidos le reclamaba a algún compañero porque la había revoleado a la tribuna”.

Hoy vas a entrar en mi pasado. Cada miércoles por la noche hay una mesa de un restaurante de Barrio Norte en la que se cumple con un ritual. Ahí están, siempre, Angel Cappa, el Flaco Menotti y algunos más. Ahí estuvieron esta semana el DT de River y el mánager de Independiente. Fue una previa entre amigos, entre el maestro y el abanderado. Y si bien no hay manera de sospechar siquiera si en algún momento Cappa tiró sobre la mesa la anécdota de ese póster de Grillo, está claro que se habló sobre lo que sucederá hoy en el Monumental. Después de todo, el propio entrenador millonario reconoció hace un tiempo: “Soy fiel a todo lo que me emocionó”. Y se sabe que los sentimientos de la niñez son los que más se registran.

(*) de la redacción del Diario Perfil