Un choque caliente con patadas, protestas, una roja y un solo apuntado: Germán Delfino. El ex árbitro internacional Héctor Baldassi analizó la actuación del réferi en el Superclásico copero como “permisiva”, remarcó que “no tomó decisiones acertadas” y “falló en el control discplinario”.
El árbitro del Mundial Sudáfrica 2010 puso acento en que la conducción de Delfino dio vía libre al juego brusco de River Plate: “El partido fue violento porque el árbitro no tomó decisiones y no acertó en su debido momento”, señaló Baldassi a 442.
En tanto, Baldassi aseguró que Delfino “fue permisvo por las decisiones discplinarias” y “no supo poner límites a conductas violentas”. Y puntualizó en que las faltas de Leonel Vangioni y Ramiro Funes Mori “merecían rojas”.
“Si hablo de la parte técnica acertó en el penal y otras dos jugadas de penal que no dio”, indicó Baldassi a este medio.
A su vez, el exárbitro también puso la mira en que Delfino “no contó con la colaboración de su equipo” cuando Carlos Sánchez le pegó a Fernando Gago, en la mano del uruguayo, un offside de Jonhatan Calleri y en la patada de Rodrigo Mora a Nicolás Colazo.
Su favorito. Ni lo dudó, el árbitro del desquite copero tiene que ser Néstor Pitana: "No hay otro, viene del Mundial y tiene que dirigir un partido de esta importancia", indicó.
Para Baldassi, Pitana "no debe condicionarse por lo sucedido" y la terna arbitral, "en vez de tener 8 ojos deberá tener 16".
Convivir con el error. El exárbitro expresó sus sensaciones en los momentos cuando la televisión exponía fallos erróneos: “Se me cerraba el estómago, no podía comer y me quería poner la almohada en la cabeza y no escuchar nada”, recordó. Sin embargo, destacó el rol de la conducción arbitral y de los psicólogos para “fortalecer el aspecto anímico”.