La partida de Lucas Alario al Bayer Leverkusen con la Superliga ya en competencia y los cuartos de final de la Copa Libertadores a la vuelta de la esquina dejó un hueco difícil de llenar en River y una herida que cuesta cicatrizar y quedó reflejado en los pasillos del Monumental.
El anillo interno del estadio está decorado por las gigantografías de los integrantes del plantel pero justo una aparece tapada con cartulinas donde debería verse la del goleador. Lo más curioso es que a su lado está la de Nicolás Domingo, otro futbolista que también dejó la institución (incluso antes que el Pipa) y con mucha menos participación en los últimos logros de River.
Rodolfo D'Onofrio también opinó sobre el tema y pese a que afirma que no va a extrañarlo, dejó entrever que le dura el malestar por su partida: "Alario me pidió disculpas pero decidí no hacerlo público. No tengo nada en contra del jugador, está en todo su derecho de aplicar la cláusula de salida. Lo que pasa es que no la podés aplicar cuando querés, lo podés hacer hasta determinado momento y creo que lo han inducido al error", comentó el presidente de River.
"Ya está, es un tema terminado. Cuando un jugador no quiere jugar más en River, no juega más. Sería insólito, es la antítesis de lo que quiere Gallardo, de lo que quiere el presidente de River, de lo quiere Francescoli y los dirigentes que lo acompañan. Siempre la pretensión es que el jugador quiera jugar con nuestra camiseta e ir por la gloria", agregó D'Onofrio.
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