Lionel Messi fue elegido el mejor jugador de la Copa América, además de terminar como goleador y máximo asistidor del certamen pero además de lograr sacarse una espina como él mismo definió y así callar a los pocos críticos que quedaban, el crack rosarino se mostró más líder que nunca y en plena euforia dentro del Maracaná tuvo un gesto que lo pinta de cuerpo entero como deportista y como persona.
Todos los jugadores de la Selección argentina se acercaron al puñado de hinchas que vivió la histórica noche dentro del mítico estadio y entre cánticos de alegría por el título a Rodrigo De Paul se le ocurrió entonar el famoso "brasilero, brasilero..."
Fue un amague nada más porque enseguida Messi lo frenó y le dijo que "no" demostrando liderazgo y respeto por el rival. Porque ser un buen ganador no lo determina la cantidad de trofeos sino cómo se comporta el protagonista en la victoria.
Leo vivió una Copa América inolvidable con los goles y las asistencias de toda su carrera pero además se peleó con los árbitros y con los rivales, aguantó la pelota cuando el equipo lo necesitaba, tuvo siempre una palabra de aliento para sus compañeros y cuando tuvo que marcarles algo también lo hizo. Un verdadero líder como muchos todavía le reclamaban.
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