La muerte de Hernán Palito Manrique provocó un shock en el fútbol argentino. El repentino deceso del ayudante de la reserva de Vélez de 49 años desató una profunda tristeza en la entidad de Liniers que todavía quedó incrédula por el fallecimiento del ex futbolista de Nueva Chicago, entre otros.
Marcelo Bravo, quien era el DT y su compañero de trabajo en las inferiores del Fortín, contó con profundo pesar la muerte de Manrique: "Fue lo más triste que me pasó en el último tiempo".
"El partido se jugaba a las 11 y el desayuno con los chicos lo teníamos a las 9. Nosotros ya habíamos llegado hace un par de horas y a las 10 dábamos la charla técnica. Él dice unas palabras y como que se queda quieto. Los chicos fueron a hacer la entrada en calor y él se sentó un momento. Ahí le pregunté si se sentía bien. Me dijo que no y después se tocó el pecho y le dolía un poco", precisó Bravo.
"‘Hay que decirle al médico, Pali’, le dije. ‘Ya se me va a pasar’, me respondió. Luego hablé con el médico del club y le advertí que (Manrique) no estaba bien, estaba un poco pálido. Y ahí habló con él. En ese trayecto me voy para la cancha, vuelvo a entrar, lo veo que está en el espejo del baño y me dijo que estaba un poco mejor”, detalló.
"Cuando termina el primer tiempo, estaba dando la charla para salir al segundo tiempo y ahí me entero de la noticia. Fue lo más triste que me pasó en este último tiempo. A él lo reanimaron dos veces en el vestuario y arriba de la ambulancia pasó lo peor”, contó el entrenador de las inferiores de Vélez.
"Cuando me dijeron 'Palito no aguantó' me largué a llorar. Es lo más triste que me pasó en el último tiempo. Vélez es una familia y no tenerlo es muy duro. Prometimos con los chicos sacar esto adelante y ojalá logremos el objetivo por él", concluyó.
