Si no se sufre no vale. Monterrey se consagró campeón de la Liga MX en el mismísimo Estadio Azteca tras derrotar en los penales al América y ni bien el argentino Leonel Vangioni hizo el gol del título las cámaras mostraron a Antonio Mohamed quebrado por la emoción en el banco de suplentes.
Para el Turco significó mucho más que un campeonato, fue saldar una cuenta pendiente con su hijo Farid, fallecido en un accidente automovilístico en Alemania durante el Mundial 2006 y fanático de Rayados, el equipo al que su padre regresó hace apenas seis meses y ya se dio el gran gusto de festejar.
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Farid nació en 1997, un año antes de la llegada de Mohamed a Rayados, en aquel momento como jugador. Desde muy chiquito fue la mascota del equipo y poco a poco se fue haciendo fanático y por esa razón este título tiene un sabor especial. "Deben estar haciendo un banquete de felicidad ahí arriba", declaró el DT en referencia a su hijo pero también recordando a sus padres.